POR QUÈ NOS PASA LO QUE NOS PASA...

Todo nuestro presente es sin duda consecuencia de nuestro pasado, y nuestro futuro será consecuencia de nuestro presente.
Ésto es porque lo que hoy estamos generando en nuestra mente, tarde o temprano con seguridad, se volverá tangible.
Debemos cuidar mucho nuestros pensamientos, porque es la generación de circunstancias, de nuevos emprendimientos, de nuevas ideas, de nuestra vida, la cual se irá desarrollando de acuerdo a lo que pensemos.
Existe un principio que es el de causa y efecto.
Toda causa que por medio del pensamiento creamos después se materializará.
Tenemos la prueba de ésto en todo lo que existe a nuestro alrededor, primero estuvo en una mente, todos los objetos que nos rodean alguien primero los pensó.
Exactamente lo mismo sucede con las situaciones, los proyectos, nuestra salud, nuestro bienestar, nuestra paz; primero los debemos concebir en nuestra mente, que es la mente de DIOS.
Si pensamos bien nos va bien, si pensamos mal nos va mal.
Tenemos la total libertad de pensamiento y de generación.
En nuestra mente debemos hacer el hábito del pensamiento positivo.
Debemos ser perseverantes, entusiastas, enérgicos, audaces, imaginativos, intuitivos e intrépidos y atrevernos a pensar bien, con fuerza, con la seguridad de que lo que afirmamos y pensamos va a venir a nuestra vida.
Sólo de esta forma podemos comenzar a pensar que la felicidad es posible, y sí que lo es, si así lo queremos y somos lo suficientemente fuertes para reclamarla.
Por supuesto que para esto hay que tener FE, que no es más que autosugestión, es la seguridad de que vamos a conseguir lo que queremos, es la sustancia de aquello que pedimos, que por ahora no lo vemos pero que ya existe, en algún lugar está, sólo debemos convocarlo.
También es condición tener paciencia, que no es otra cosa que la ciencia de la paz.
Sólo con paz en nuestro interior, y sin inquietarnos, la vida nos irá brindando todo, absolutamente todo lo que le pedimos.
La prueba de que la vida nos dará todo cuanto pedimos está en que DIOS quiere lo mejor para Nosotros, por eso nos dio la vida y la posibilidad de manejarla; de formar nuestro propio destino.
Por esto es la importancia de la causa y el efecto; si DIOS nos da la vida por amor, pero si por nuestra ignorancia nos rebelamos a ÉL, quejándonos, siendo negativos, no dando amor a quienes nos rodean y a los que aún no nos rodean, no siendo buenos seres, como vamos a pretender que la vida nos regale algo que no practicamos en nuestro interior.
DIOS quiere lo mejor, pero también quiere que lo ayudemos a dar a los demás seres aquello que Él nos da gratuitamente.