domingo, 1 de julio de 2012

SER CONSCIENTES ES LA CLAVE
Ser luz del mundo

Para ser luz del mundo lo debemos desear de tal forma que en nuestro interior brille primero, nos ilumine y seamos conscientes de ella. Ser luz del mundo depende de nuestros pensamientos, del deseo de acercarnos al Amor y alejarnos del miedo. Lo contrario del amor es el miedo porque el amor es sentirse parte de algo y el miedo es la consciencia de que estamos apartados de aquello que sabemos que formamos parte indivisible. Para acercarnos al amor y alejarnos del miedo nuestra mente debe aprender y recordar que no nos hemos creado a nosotros mismos, no somos una creación propia y separada del todo. Depende de cada evolución el acercamiento al amor verdadero y fuente de la creación. El Primer paso es saberse parte indivisa del Todo, de esa energía que nos rodea y que es sumamente sensible al pensamiento y que al equilibrarse con nuestra mente hace que todo nuestro ser vuelva a su verdadero origen, de donde partió en algún momento de su evolución, pero que por imaginaciones, creaciones mentales se separó del Uno, del Todo. Al reconocernos parte de Algo más Grande, Infinitamente Superior, definitivamente indivisible, nuestro ser se apacigua y llega el primer sentimiento que es el de Paz, que derivó de la paciencia ¨ciencia de la paz¨. Esa paz interior, esa armonía se va a reflejar tanto en nuestro ser interno conformado por el espíritu, el alma y el cuerpo en ese orden de importancia, como en la relación con todo lo externo. Como es adentro es afuera. Si nuestro interior se armoniza nuestro exterior también lo hará. La toma de consciencia de este reflejo de lo interior hacia lo exterior es la clave para el inicio de la búsqueda de lo que nuestro ser desea y desde allí se dispara le camino para evolucionar y llegar a sentir la dicha, que es el sentir que vamos en la dirección que queremos ir en la vida.


JAVIER VALENTIN ESPOSITO

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